"Anotemé a mí", requiere Gabriela Natalí Toledo, que se instaló junto con su pequeño Joan Alexander, de 45 días, en las márgenes del barrio Tiro Federal. En la banquina de la autopista Capital-Famaillá. En la periferia de todo.

Mientras cae la tarde y el frío se emperra, los Abregú cuentan su caso. Por un lado están Ana María, de 22 años, desempleada, "sólo cobro el subsidio", junto con su pequeño de tres, Santiago Leonel Aráoz. Ellos se trasladaron a la tapera de su hermano, Ramón Alberto Abregú (35), que vive con su mujer, María José Torres, y sus dos varones de 16 y de 14.

Por el otro, de vecina contigua, se encuentra Juana Lía Abregú, que en esos precisos instantes está levantando, con plásticos y palos, una carpa junto con su esposo, Juan Carlos Palacios. Con ellos se "mudarán" los dos hijos menores, de 14 y de seis. Los mayores, de 21 y de 22, viven con la madre de ella. "Y ya se viene mi hermano, Dante Omar Abregú, junto con su esposa embarazada y los dos chicos que tienen", avisa. "¿No hace falta que le dé el nombre de mi cuñada?".

Bronquios y sombras
Graciela Ester Rodríguez ya "reservó el espacio". Pero todavía está viviendo con su padre, quien cobija a sus chicos de 11, de 10 y de siete. Al lado se instalan Francisco Gabriel Rodríguez, de 20, Bianca Abigail Torrejón, de 18, y el pequeño Yair, que cumplió 9 meses.

Siguen Débora López (25), su esposo, David Veliz (31), y el hijito de tres. David Soria, de 17 años, padre de un niño de un año. Más allá, Noelia Paola Bordón, de 23, con sus cuatro hijos de siete, seis, dos y uno.

Una vecina ruega, entonces, que se anote a Mario Rodolfo Maldonado, de 25, a Cintia Barboza, de 18, y a su pequeño de dos, con problemas bronquiales. "No están -explica la doña- porque tuvieron que llevarlo al nenito al hospital". Su "lugar" se distingue porque el "frente" es un pedazo de "media sombra". Rajado "medio a medio".